domingo, 14 de febrero de 2010

Adolescencia y escuela

Por Perdiz Elba
Considerando que integro desde el año 2.006 el Centro de Orientación Familiar; entiendo oportuno reseñar en el camino recorrido los cambios y reformas que se han producido desde entonces y hasta la fecha, que imprimen al escenario en el que se ha desarrollado y desarrolla la tarea una estructura y dinámica particulares en tanto proceso en constante evolución.
El pasaje de “Rama de Psicología y Asistencia Social Escolar” a “Modalidad de Psicología Comunitaria y Pedagogía Social”; la sanción de la ley Nº 26.061 y su correlato provincial la ley Nº 13.298 que introduce el Sistema de Promoción y Protección de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes; la sanción de la ley Nº 13.688 de Educación; dan cuenta de un tiempo muy intenso en lo referido a iniciativas legislativas y la puesta en marcha de las mismas en la tarea cotidiana.
Cambios y reformas que se suceden vertiginosamente obligan a plantearse, en el marco de la normativa vigente en la materia, el significado que adquiere la orientación familiar proyectada en el plazo de los ciclos lectivos 2.009 2012 para el centro de Orientación Familiar.
Una lectura reflexiva y crítica del proyecto que presenté en ocasión de la primera prueba de selección para este Equipo Interdisciplinario Distrital, tiene como objetivo operar a modo de evaluación entre lo propuesto entonces y lo actuado hasta el momento. Dar continuidad conceptual y operativa aquellas cuestiones que continúan vigentes; incluyendo en forma articulada aquellas cuya relevancia me ha sido posible valorar a lo largo de la tarea realizada en este tiempo.
En primer lugar persisten y se acrecientan los problemas de repitencia, ausentismo reiterado, abandono y, finalmente deserción de jóvenes del sistema educativo formal. Se observa que este proceso de exclusión de los jóvenes de la vida escolar tiene consecuencias graves tanto en los aspectos subjetivos y familiares como socio comunitarios.
Las representaciones, discursos y prácticas familiares e institucionales continúan signadas por la impotencia y la desorientación en la gran mayoría de los casos. Estos sentimientos no hacen más que contribuir a la consolidación de una mirada letal sobre la condición de la juventud; que obtura una mirada incluyente acerca de los jóvenes en su totalidad.
Ambas cuestiones: juventud y educación y las representaciones sociales que sobre ello se tienen siguen requiriendo de un intensa tarea que contribuya a darles visibilidad y promueva la comprensión de las mismas en tanto estructurantes del espacio público comunitario; en cuánto comprometen la construcción de ciudadanía e implican una progresiva exclusión de las/ los jóvenes de los ámbitos del efectivo ejercicio de derechos ciudadanos, entendidos como el conjunto integrado de derechos y obligaciones, consagrados jurídicamente, propios de sistemas democráticos.
En segundo término retomo la idea de “Unidad de Gestión de Promoción al Desarrollo Educativo” en tanto el concepto “ unidad de gestión” sintetiza la unidad de concepción y acción indispensables para operar eficazmente en escenarios críticos y multi-actorales.
Gestionar promoción al desarrollo educativo significa optimizar los recursos disponibles a nivel distrital en materia de educación formal enlazándolos con las propuestas que en materia de desarrollo de trabajo en redes intersectoriales que se viene impulsando exitosamente tal el caso de la Mesa Intersectorial San Francisco Solano; la Mesa Intersectorial de Equidad de Género; las redes conformadas y en conformación de diferentes barrios del municipio, etc.
Bajo el principio de igualdad de oportunidades, estructurante del “enfoque de derechos” en torno al cual el sistema educativo formal de la provincia de Buenos Aires desarrolla una intensa adecuación legislativa con amplias y complejas repercusiones en la tarea concreta de todos los días, la propuesta de éste proyecto se fundamenta en las ideas directrices de:
Igualdad de oportunidades en el diario quehacer significa redefinir los saberes y prácticas propios de la tarea en función de los conceptos de participación democrática de docentes, familias, estudiantes y comunidad educativa en su conjunto y de la reducción progresiva de la profunda y estructural brecha socio-económica en el acceso y apropiación de los beneficios de los cambios científicos y tecnológicos que fundamentan esta época del conocimiento.
Educación como el proceso que abarca la producción, intercambio, transmisión y adquisición de cultura en los ámbitos de las instituciones de enseñanza- aprendizaje; los movimientos e instituciones de la sociedad civil; el trabajo; las actividades productivas y culturales y en los medios de comunicación.
Trabajo como derecho y bien socialmente construido y jurídicamente protegido. Tanto en su dimensión humana como productiva.
Perspectiva de red como la oportunidad de construcción colectiva que, desde un enfoque relacional, produce conocimiento tanto del contexto individual como organizacional, así como de las interacciones con y entre los integrantes del mismo.
Psicología Comunitaria y Pedagogía Social , en tanto enfoques teóricos que encuadran las operaciones comunitarias dentro del espacio escolar, fortaleciendo los vínculos que humanizan la enseñanza y el aprendizaje; promoviendo y protegiendo el desarrollo de “ lo educativo” como capacidad estructurante del Sujeto y la comunidad educativa en su conjunto.

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