miércoles, 9 de diciembre de 2009

Embarazo precoz

Por Sicher Verónica
EL JOVEN, SU FAMILIA Y LA INSTITUCION EDUCATIVA FRENTE AL DESAFIO DE LA INCLUSION

El contexto social nos  enfrenta a un  escenario de violentación, exclusión y ajuste. La caída de lo público, el exacerbado  valor  de la  individualidad, el  quiebre  en   nuestros sistemas  de  pensamiento, la  carencia  de principios, que generan algún ordenamiento simbólico, son algunos indicadores de esta situación.
Palabras tales como crisis-catástrofe han sido y son utilizadas para nombrar lo que nos está ocurriendo. Presentadas no como una etapa conmocionante o movilizadora de un proceso, sino como un estado que permanece.
La jerarquía de las organizaciones escolares tiene un correlato en la organización familiar y en ambos casos es preponderante el lugar de la Ley, no debe sorprendernos que los cambios en las funciones paternas se vean acompañados de vínculos sociales de otro tipo en los cuales resurjan modos violentos fundamentalistas, donde la arbitrariedad original antes debilitada y transformada hoy, reaparece en el nivel de los proyectos y expresiones colectivas. Sin embargo, el estatuto de la ley varió y su valor simbólico universal en parte se agotó, en su lugar aparecen reglas que responden a intentos a veces fugaces y otras más estables de encontrar nuevas estrategias de subjetivación.
Establecer un encuadre supone definir un contenido, un conjunto de constantes o invariantes que regulan, contienen la marcha de todo aquello que acontece. Incluir al Sujeto como persona integral implica integrar sus afectos, emociones, su mundo interno, experiencias, implicaciones, conocimientos, ideologías y concepciones. Punto de partida para que este sujeto ponga en juego todo lo que constituye. La experiencia de trabajo que no tenga en cuenta la subjetividad del otro difícilmente provocará el impacto que se espera.
El mundo de las organizaciones comunitarias-intermedias-escolares-familiares operan como un marco, como un escenario en tanto” ámbito de trabajo”, sus aspectos centrales son reconocibles tanto en el nivel de su estructura como de su dinámica.
La idea de ajuste y acoplamiento de partes en movimiento requiere de un espacio, de intercambio, encuentro e interacción que, constituya un espacio en donde la circulación de la palabra y la escucha se propongan como reaseguros para el análisis y la elucidación de situaciones problemáticas.
En general participamos de la Naturalización de las dificultades y poco a poco perdemos la capacidad para problematizarlas. Se puede decir que aquello que se reconoce como habitual inmediatamente pasa a ser vivido como natural, y desde allí lo habitual y natural se convierten en lo mismo.
La infancia y la adolescencia en riesgo socio-educativo, se manifiesta hoy por cambios en la subjetividad. La situación de vulnerabilidad de nuestros alumnos como consecuencia de la marginación y la exclusión nos obliga a continuar pensando en nuevas modalidades o estrategias para la promoción de una “mejor calidad de vida”.
Los jóvenes construyen identidades desde diversos materiales: dispersos, fragmentados nuevos y viejos pero diferentes a los de otras generaciones. Quizás en este momento a los adultos les es difícil visualizar esto por la profunda discontinuidad que han producido las políticas y la globalización cultural. En general la caracterización de la juventud se centra en los problemas juveniles: DROGAS-ALCOHOL-SIDA-EMBARAZO PRECOZ- y en especial a los jóvenes pobres se les suma la característica de VIOLENCIA y AGRESIVIDAD. Indicadores que han construido una representación de juventud en riesgo social.
Los discursos actuales quitan “capacidad de acción” al joven, o directamente no lo reconocen como un “actor social con capacidades propias”. Una mirada estigmatizadora de la juventud cierra, simplifica y funciona como obstáculo epistemológico para el conocimiento del otro. Si la propuesta es tener una mirada compleja y completa se hará entonces necesario reconocer múltiples identificaciones que orienten la búsqueda de referentes fuertes, estables que permitan el advenimiento de una identidad dinámica que construya y transforme la historia individual y social.
El análisis del modo en que el sujeto descubre su entorno, adquiriendo progresivamente conciencia de su integración con el medio, de sus propios procesos internos, puede aplicarse a todo “acto de conocer” en donde todo proceso de conocimiento y construcción tiene también sus apoyaturas vinculares.
En la complejidad de un “acto de aprendizaje” se entrama de manera diversa la afectividad, lo social, la inteligencia, lo económico, lo orgánico, lo cultural, lo institucional, lo político, lo didáctico y demás .Si el objetivo de estudio es el aprendizaje bien podría explicarse que los objetos de aprendizaje son todas aquellas cosas, situaciones o personajes sobre los que recae la acción virtual o real del sujeto, imprescindibles para la formación de estructuras internas. En este proceso de construcción y apropiación de la realidad, a través del conocimiento de sus posibilidades e impedimentos, el sujeto se ve en la necesidad de modificar permanentemente esquemas y posteriormente conceptos que se ajusten a las situaciones que debe vivir. Es decir la “situación de Aprendizaje” es un continuo para el individuo, que implica un trabajo permanente de Adaptación. El movimiento del aprender permite al sujeto la apropiación de conocimientos en función de las significaciones que se ponen en juego al enfrentar lo nuevo. Estos movimientos producen modificaciones estables en la subjetividad. Impulsado por su deseo y en permanente búsqueda el sujeto construye el mundo y se construye a sí mismo y, al formarse ideas sobre cómo funcionan los fenómenos, el mundo y los otros, recrea sus propias comprensiones.
La realidad no es la misma para todos aún cuando estén en el mismo contexto, las cosas situaciones y personajes tienen, en términos relativos significados distintos ya que, aún existiendo los mismos elementos serían relacionados de distinta manera. Por cuanto, la intervención no se reduce a los conocimientos que deben ser transmitidos y adquiridos, sino a situaciones microsociales que deben ser en cierto modo resueltas. Cualquiera sea la situación del sujeto es generalmente aceptada la necesidad de incorporarse a grupos para progresar en su adaptación.
El aporte de esta mirada dentro de un equipo interdisciplinario permite focalizar la situación, considerando que es la confluencia de múltiples disciplinas las que combinadas podrían aportar una mejora en las carencias, un facilitador en los obstáculos y un análisis crítico y reflexivo que oriente a la unidad de criterios, el intercambio de propuestas y la socialización de acciones.
Cuanto más se ajusten los proyectos a las necesidades de los “sujetos”, más posibilidades de construcción.
Se trata entonces de ofertar, instrumentar y mediatizar un proceso que no aparece o que lo hace de manera fallida. Bajo esta dirección el objetivo privilegiado es poner los conocimientos al servicio de la realización personal del sujeto o de los distintos sujetos que atraviesan una situación similar.
La realidad se construye en forma permanente en función de la experiencia sensible, frente a cualquier situación no se puede dejar de interpretar y valorar.
Estos sistemas para interpretar y valorar forman parte de la subjetividad.

ENCUADRE DE LA PROBLEMÁTICA:     

El embarazo precoz obliga a la joven adolescente a enfrentarse simultáneamente con dos etapas del desarrollo. Biológicamente su cuerpo tiene que cargar con las tensiones del embarazo antes de haberse acomodado del todo con las exigencias de la pubertad.
Psicológicamente tiene que cargar con las tareas adultas de la maternidad mientras sigue aprendiendo aún los problemas de la adolescencia.
Legalmente se halla bajo el control de sus padres, por tal razón, aunque biológicamente va a ser madre, sociológicamente sigue siendo una hija dependiente, a quien se le impide tomar decisiones que por lo general se consideran como parte de los derechos y responsabilidades de los padres.
La situación se agrava cuando el joven no cuenta con grupos familiares, “grupos de crianza” consistentes posibles de sobrellevar un proceso que genera tensiones.
En ese ambiente paradójico los jóvenes tienen que solucionar sus problemas, necesitando reconciliar de algún modo, los dos papeles opuestos, expresar sus necesidades de adolescente, al mismo tiempo que avanza hacia un papel adulto y responsable.
Los problemas que engendra este conflicto son necesarios analizarlos en relación a tres aspectos importantes:
- La relación del joven con su núcleo familiar
- El cuidado de la salud
- La educación

El embarazo obliga a renunciar a muchas de sus queridas actividades, de modo gradual va perdiendo contacto con la mayoría de sus pares. Se le niegan los acostumbrados escapes sociales y físicos de sus impulsos, debiendo encontrar otros medios de emanciparse y establecer su propia identidad. Durante la duración del embarazo el único camino que le queda es por medio de su papel de madre.
Las cuestiones de autoridad, de límites, de autodeterminación y de toma de decisiones que resolvería naturalmente con pares por medio de “los vestidos”, “las salidas”,”la escolaridad” y “los valores culturales y sociales”, tienen que resolverse ahora por medio de sus “decisiones acerca del niño”, “del padre de su hijo” y cosas semejantes. Con frecuencia esos problemas la ponen en conflicto con sus pares.
Muchas familias dan muestra de las potencialidades de reconciliación a través de una experiencia crítica, comprensivamente compartida, fundadas en la comunicación, sobrellevan la crisis de una maternidad precoz. No obstante en algunos casos los padres y las adolescentes no pueden resolver sus diferencias sin ayuda, en particular si existían fuertes antagonismos previos entre ellos.
Los padres aunque están indignados y dolidos por el “hecho”, pueden estar también preocupados por el daño que ocasionará esta experiencia. Como unidad o subunidad familiar son sensibles a la intervención y al cambio. La crisis que surge en torno a problemas específicos pueden y deben ser convertidos en instrumentos para una mejor relación que favorezca la adaptación a través del fortalecimiento de los vínculos. Cuando la familia no alberga, no metaboliza, no transforma adecuadamente la atmósfera de enrarece, se intoxica.
Existen distintos tipos de grupos familiares:
Familia cristalizada obligatoria, con normas reguladoras de la convivencia y otra familia difusa no cristalizada, con miembros resistentes al contacto, éstas últimas se tornan evidentes en situaciones de crisis y ocupan un lugar en la representación del grupo familiar ampliado.
En nuestra sociedad el grupo familiar experimenta diversas reorganizaciones después de pérdidas, rupturas, nuevas uniones, lo cual determina cambios estructurales, ampliaciones y modificaciones de tamaño y forma del grupo familiar.
El entramado vincular tan complejo que es la familia, incluye roles y relaciones de parentesco que no siempre se armonizan entre sí. Sus funciones son múltiples y varían en cada individuo, o en diferentes etapas y circunstancias de la vida del sujeto.
Ir a la escuela es un organizador en la vida de los sujetos, es parte de un proyecto vital donde se reorganiza la rutina cotidiana. La continuidad educativa es una de las necesidades básicas de la adolescente embarazada, ya que el ámbito escolar le proporciona un apoyo social y emocional durante los largos meses de su embarazo y posterior al mismo. Una experiencia exitosa, que además de los temas usuales de la escuela incluye, el aprender a conocer su cuerpo, su embarazo, su futuro hijo, no sólo prepara mejor a la adolescente para las tareas de su vida, sino que le da también un mejor sentido de su valor como “persona” y como “mujer”.
La escuela se encuentra en una situación estratégica para ayudar a la adolescente embarazada, es el lugar donde pasa más tiempo aparte de su hogar y donde probablemente tiene relaciones más significativas. Es un factor importante en cuanto canal principal, en donde pueden discurrir sus tareas, preocupaciones, emociones. Constituye un espacio valorado ya que abre la oportunidad de construir relaciones en una cotidianeidad protegida, siendo la inclusión, permanencia y terminalidad los ejes centrales de toda intervención asegurando el desarrollo de los individuos y su efectiva inclusión a la sociedad.
Entender y operar sobre esta variable de las relaciones humanas para, volverlo favorable, facilitador a la construcción integral del sujeto es el eje central del presente proyecto.

BIBLIOGRAFIA

-Comunicados extendidos por la rama de Psicología y Ase (2005-2006)
-“La juventud en la escuela” Mariana Chavez
-“El adolescente en la mira” Virginia Ceirano
-“La madre soltera adolescente” Rose Bernstein
-“Límites de una definición de grupo familiar” Rose Bernstein
-“Qué pasa con la psicopedagogía” Delia García Zavatarelli
-“Pensar, aprender, subjetivar. De la psicopedagogía a las prácticas del pensamiento” M. Elena Arzeno
-“La salud y la enfermedad”. Aspectos biológicos y sociales. Ana Lía Korniblit
Ana María Mendez Diz

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